En base al actual acuerdo arribado entre el Gobierno Nacional y los Fondos privados, señalamos los distintos puntos que lo hicieron posible, implicando una serie de concesiones y de puntos problemáticos en el acuerdo. Es por eso que entendemos que se trata de un retroceso ya que implica un costo demasiado alto en pos de una supuesta normalización económica o de tranquilizar la macroeconomía, partiendo de un alivio en los pagos de corto plazo y en una reducción de los cupones de interés futuros a pagar (para facilitar el próximo proceso de endeudamiento).
-Se avanzó en la renegociación sin investigar el proceso de endeudamiento. Era ampliamente reconocido que la deuda pública se había tomado para permitir la fuga de capitales, financiar la baja de impuestos a los ricos y llevar adelante un programa de gobierno contra el interés de los sectores populares. Para colmo, se sumaba la sospecha adicional de actos ilícitos de partes de funcionarios y fondos de inversión. Es decir, sobradas razones para validar un proceso de desconocimiento de la deuda por ilegal, ilegìtima y odiosa.
-Los pagos de deuda solo se suspendieron parcialmente, una vez avanzado el proceso de renegociación. El cambio de gestión en medio de una crisis social muy profunda, luego agravada por la pandemia, recién detuvo los pagos de algunas porciones de la deuda en abril, manteniéndose el pago de otras (por ejemplo, los U$D 317 millones que por trimestre se pagan al FMI, o los casi U$D1.070 millones pagados a otros organismos internacionales hasta julio). En los tres primeros meses del año los vencimientos acumulados únicamente de títulos públicos alcanzaron los U$D11.000, con una porción de este monto que se refinanció por medio de nueva deuda y otra que se pagó efectivamente.
-Entre la oferta inicial y el acuerdo, el Gobierno llevó adelante cambios en la oferta para incrementar el Valor Presente Neto de la misma, pasando de 40,4 dólares por cada 100, a 55,8. Se trata de una mejoría del 38%, mientras que los Fondos de Inversión pasaron de exigir un entre 61 y 63 dólares (según el fondo) a aceptar la oferta, es decir sólo recortaron sus pretensiones entre un 9 y un 11%.
Gráfico de la Oficina de Presupuesto del Congreso
El VPN es una medida financiera del valor en el día de hoy de un flujo de fondos futuro. El Gobierno cedió en estas cuestiones para subir ese valor:
Eliminó o redujo recortes de capital, que en algunos casos llegaban al 18% y fueron eliminados o acotados a 3%.
Incrementó pagos por al menos U$D 7.000 millones según la OPC (aunque otras fuentes hablan de hasta U$D 14.000 millones).
Incluyó la posibilidad de pasar a dólares títulos nominados en euros y francos suizos.
Emitió un nuevo bono al 2029 por los intereses no pagados de este año.
Adelantó el inicio de las amortizaciones de capital y también la fecha de finalización de algunos bonos.
Redujo el período de gracia de los intereses, con una parte menor que ya comienza a abonarse desde el año que viene.
Elaboración propia en base a Oficina de Presupuesto del Congreso
Los pagos se incrementan en forma notoria en dos etapas, primero a partir de 2025 y luego desde 2028. Serán los momentos claves en los cuáles nuevamente la deuda operará como un condicionante extremo de la economía local.
-A estas concesiones económicas se suman las modificaciones en las condiciones legales en la definición de las cláusulas de acción colectiva, que establecen porcentajes de aceptación de las propuestas de renegociación pasados los cuales esas propuestas se aplican a todos los bonistas. Esas cláusulas fueron una innovación del proceso de renegociación del 2005, y en la emisión de deuda del 2016 se mejoraron incluso bajando los porcentajes de aceptación requeridos. Los fondos de inversión presionan para que se repita el esquema del 2005, y la definición de este punto aún se encuentra sin respuesta. Para los fondos de inversión, se juega tanto la enegociaciòn de muchos otros paìses como asì tambièn de las deudas de grandes empresas transnacionales que tambièn estàn en crisis. Para el estado argentino, se define la modalidad de una futura renegociación de la deuda.
-Teniendo en cuenta que el caso argentino va a ser un caso testigo internacional, se perdió la oportunidad de arribar a una renegociación unificando planteos con otros países que también afrontan problemas similares. Es decir, de evitar negociar en mejores condiciones para nuestro país y colaborar en evitar que pueblos de muchos países del mundo se vean obligados a ajustes para el repago de sus deudas.
-El Gobierno reconoció como base de cálculo para el VPN de los nuevos títulos la tasa de interés del 10% que los Fondos de Inversión impusieron. En caso de que el proceso de las renegociaciones avance, y el gobierno vuelva a los mercados internacionales obteniendo tasas de interés inferiores, la suba de los precios de los bonos implicará que la ganancia de los fondos crecerà muy ràpidamente. Es decir, la foto del reconocimiento de un VPN menor al capital actual no tiene en consideración las ganancias que a corto plazo se generarán.
-La afirmación de que se ha arribado a un plan sostenible de pagos se basa en un escenario optimista y lineal de crecimiento del Producto Bruto Interno y del saldo de la balanza comercial, tal como fue presentado el 31 de marzo. El crecimiento económico local demanda importaciones que no parecen reflejarse en ese resultado de la balanza comercial, y el crecimiento de las exportaciones no puede pronosticarse en abstracto sino que hacen referencia a actividades productivas concretas. Los proyectos extractivistas contaminantes no son bases sólidas para la sostenibilidad en el largo plazo.
La proyección de una caída del producto del 3% de este año da cuenta de lo desactualizado de este escenario, ya estimaciones actuales estiman la caída en 10/13%. Haber continuado con la renegociación sin reevaluar premisas tan poco fundadas es un problema de base en toda la evaluación de la sostenibilidad.
Escenario publicado por el Ministerio de Economía de Nación el 31/3/2020
Esta es una lista que invitamos a que sea discutida y ampliada por parte de quienes vienen analizando con atención el proceso de endeudamiento, en vistas de que es un proceso que aún no se cierra y que tiene por delante varias etapas más. Creemos importante visibilizar el camino de concesiones otorgadas y de oportunidades perdidas para plantarse ante fondos de inversión tan poderosos desde una mayor fortaleza. Una de las etapas que se viene involucra un posible acuerdo con el FMI va a incrementar los montos a pagar sobre los años ya comprometidos, y va a implicar una discusión sobre las llamadas “reformas estructurales” neoliberales. Las mismas implican recortar derechos obreros y populares como vía para mejorar la balanza comercial.
La suspensión de pagos e investigación de la deuda son dos consignas centrales para la discusión de este proceso, en el marco de una crisis sanitaria, social y económica que golpea a todos los sectores populares.
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