El ministro “Messi de las Finanzas” Caputo ha anunciado la emisión de un nuevo bono de deuda pública este 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos y el 42do. aniversario de la recuperación de las instituciones democráticas después de los duros años de la dictadura.
Lo hacen como parte de una ofensiva generalizada que incluye el incremento insignificante del salario mínimo, una nueva ola de despidos estatales y la presentación de un paquete de leyes antipopulares como la reforma laboral y la desprotección de los Glaciares. En consonancia, acciones y bonos no dejaron de subir: los únicos beneficiarios de su política son unos pocos especuladores y grandes empresarios, locales y transnacionales.
Se trata de una emisión bajo ley nacional para captar dólares locales, a pesar de que se pretenda instalar la idea de que implica una vuelta a los mercados internacionales. Su objetivo explícito es conseguir las divisas para pagar a los tenedores de bonos, los U$D 4,3 mil millones de capital e intereses que vencen el 9 de enero de 2026. Actualmente no los tienen. El swap secreto con Estados Unidos ni aparece en el radar como una opción y el tan mentado préstamo de los grandes bancos internacionales como JP Morgan y Citibank, tampoco ha materializado. Los recursos del FMI no se consideran utilizables, por lo que los más de U$D 15 mil millones de reservas negativas indican como única alternativa la utilización de depósitos de ahorristas en dólares, tensando la cuerda de una corrida bancaria.
Tomar nueva deuda para hacerse de dólares es continuar la vía recesiva para achicar la economía. Cada familia en la calle, de una fábrica que cierra, consume menos y eso implica menos dólares que se necesitan para las importaciones, y más dólares que pueden usarse para pagar la deuda. Cada río que se contamina o queda sin agua por el fracking o la minería son más dólares de exportaciones y más deuda que puede pagarse. Es por eso que el “éxito” del modelo es el empeoramiento de nuestras condiciones de vida: no es un endeudamiento que podamos considerar “público”.
La deuda que se pretende pagar con más deuda son bonos renegociados tras cada default, gobierno tras gobierno, desde la dictadura militar. Es la bola de nieve de una deuda cuyo crecimiento en ciclos va de la mano de la caída de las condiciones de vida populares. Es un nuevo avance del Plan Buitre, instalado bajo la dictadura y que continúa sometiéndonos a las exigencias de la estafa de una deuda ilegítima y odiosa.
Por todo esto, llamamos a decirle NO a este nuevo endeudamiento:
-NO va a llevar a una mejora en la vida cotidiana de nuestro pueblo, ni al cumplimiento de las leyes de emergencias en salud pediátrica, discapacidad y financiamiento universitario que el gobierno de Milei se niega a ejecutar;
-NO va a llevar al fin de las políticas de precarización laboral y jubilatoria, desempleo y caída salarial que los gobiernos de Milei y de EE.UU., el FMI, el Banco Mundial y los grandes capitales proyectan incluso profundizar a través de las reformas en curso;
-NO va a llevar a la protección del agua, bosques, suelos y glaciares, fuentes esenciales de la vida y del equilibrio ecosistémico y climático, frente a la embestida extractivista exigida y operada por los mismos intereses ajenos a todo buen vivir;
-NO va a llevar a la recuperación de nuestra soberanía ni al cierre del ciclo vicioso de la Deuda Eterna, del más pagamos, más debemos, menos tenemos y más sufrimos la criminalización y la represión por defender la vida y nuestros derechos.
Para lograr nuestros Derechos Humanos, los Derechos de los pueblos y de la naturaleza, hay otros caminos frente a esta Deuda, empezando con la suspensión de todo pago y la investigación y sanción de los responsables de su ilegítima y odiosa acumulación. El Congreso y el Poder Judicial podrían ejercer sus mandatos para poner fin a la estafa y tienen su responsabilidad en la situación actual. Llamamos a redoblar las luchas y articulaciones en defensa de nuestros derechos y soberanía y para construir democráticamente, nuestro presente y futuro. A fortalecer estas demandas en cada lucha popular, alzándolas en las calles y en todo lugar.
¡Basta de pagar lo que no debemos!
¡Fuera EE.UU., el FMI - Banco Mundial y todos los Buitres!
Con la unidad y la fuerza popular, ¡Venceremos!
- Argentina, 9 de diciembre de 2025
AUTOCONVOCATORIA POR LA SUSPENSIÓN DEL PAGO
E INVESTIGACIÓN DE LA DEUDA

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