Les juzgamos por ser instrumentos de saqueo y terror que atacan al país, nuestros derechos humanos, como personas y como pueblos, nuestras aspiraciones a una vida digna, a nuestra soberanía y autodeterminación, a vivir en un ambiente sano y de paz, a construir democráticamente nuestro presente y futuro.
A través del sistema de endeudamiento, el FMI y los grandes capitales internacionales, con la complicidad de gobiernos cipayos, exigen hoy lo mismo que siempre exigieron: destinar cada vez menos plata para los derechos económicos, sociales y ambientales y cada vez más para “servir” a la deuda.
Además pretenden imponer cada vez mayor especulación, precarización, flexibilización laboral, mercantilización de la vida, extractivismo sobre los territorios y presión sobre el trabajo no pago de las mujeres, lesbianas, trans, travestis, marikas y todas las identidades disidentes.
El macrismo dejó una deuda impagable de tamaño histórico, donde todo fue para la especulación y la fuga y nada para el bienestar del pueblo y la nación.
Tenemos sobrados motivos para cuestionar la legitimidad y legalidad de los reclamos de deuda en sí. Tanto por la manera y condiciones en que fue tomada como por las decisiones políticas que la llevaron a que aumente exponencialmente.
La autorización para que el Poder Ejecutivo renegocie la deuda, ley que fue votada por abrumadora mayoría por el Congreso Nacional, no puede implicar legitimar esta hipoteca sobre nuestro presente y futuro. Por el contrario debiera ser suspendido ya su pago, investigada, declarada nula y repudiada por su ilegitimidad.
Frente a la Deuda, al menos la que se arrastra desde la dictadura cívico-militar que además estatizó las deudas privadas de muchas grandes empresas, ni el Poder ejecutivo, ni el judicial, ni el legislativo han actuado para cumplir con sus responsabilidades y asegurar las acciones necesarias para poner fin a los crímenes y la impunidad con que siguen beneficiándose les responsables de esta estafa. Más aun, se han agravado durante el gobierno de Macri, con las vinculaciones espurias entre funcionarios y fondos de inversión internacionales, las rebajas de impuestos a empresarios y multimillonarios, la amnistía a los fondos fugados, las facilidades para transferir el resultado de su actividad al exterior y muchas otras medidas.
Por todo esto proponemos realizar un Juicio Popular a la Deuda y al FMI. Como pueblo y organizaciones populares, tenemos el derecho y la capacidad de dar nuestro veredicto sobre los acontecimientos que afectan a nuestra vida y futuro.
Queremos y podemos denunciarlos y evaluarlos a la luz de los valores éticos de los pueblos y de sus derechos, establecer responsabilidades, señalarlas públicamente, promover las sanciones y la reparación correspondientes.
Es una oportunidad colectiva de unir nuestras denuncias y demandas y avanzar en la identificación y construcción de salidas solidarias de justicia.
En vísperas de la llegada a nuestro país de una nueva misión de control del FMI, invitamos a ser parte de este Juicio Popular, que hoy lanzamos, como herramienta de articulación, difusión y movilización. Juntes iremos organizando las etapas del mismo, a desarrollarse en distintas sesiones y lugares del país a lo largo de los próximos meses.
Argentina, 11 de febrero de 2020
AUTOCONVOCATORIA POR LA SUSPENSIÓN DEL PAGO Y LA INVESTIGACIÓN DE LA DEUDA
AUTOCONVOCATORIA POR LA SUSPENSIÓN DEL PAGO Y LA INVESTIGACIÓN DE LA DEUDA
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