Como era previsible, después de las PASO el gobierno devaluó el peso, una exigencia del FMI como requisito para aprobar el mini-acuerdo negociado semanas atrás y desembolsar el nuevo préstamo de U$S 7.500 millones. El oficialismo justificó la devaluación del 22%, presentándola como un triunfo en la negociación con el Fondo, quien reclamaba un salto mayor. Asimismo, explicó que la devaluación funcionaría para estabilizar los precios hasta terminar las elecciones. Sin embargo, en pocas horas el alza del dólar comenzó a trasladarse hacia los precios, alimentando la inflación y golpeando los ingresos de los sectores populares. Las medidas compensatorias son insuficientes, con lo cual se trata de un ajuste brutal para quienes vivimos de un ingreso en pesos. Más que nunca resulta necesaria una respuesta contundente desde el campo popular, uniendo luchas en defensa nuestra y presionando para suspender el pago de la estafa y romper con el FMI. ¡La única deuda es la deuda con el pueblo y con la naturaleza!
El chantajeo entre los resultados de las PASO, el momento y monto de la devaluación y las medidas compensatorias resulta evidente. El FMI presiona y condiciona, pero no le corta todo el aire al gobierno mientras espera al próximo. Intensifica sus exigencias, a sabiendas que no van a cumplirse ni las metas de acumulación de reservas ni de déficit fiscal - lo central para juntar dólares para pagar al Fondo y los demás prestamistas - , tal como se han incumplido muchas otras "metas" del ajuste. El Fondo también sabe que el mega-préstamo al gobierno de Macri -que los nuevos desembolsos buscan pagar- fue un fraude y que el gobierno argentino tiene todo el derecho a repudiarlo en vez de seguir sacrificándonos.
¿Cómo sigue?
Luego del desembolso, menor al esperado en junio, los lineamientos del Fondo continúan siendo los mismos: acompañar la devaluación con el tipo de cambio en línea con la inflación, subir las tasas de interés y tarifas (para no subir los subsidios), bajar los salarios del sector público en un 5% en términos reales y recortar aún más las jubilaciones, la asistencia social y las transferencias a las provincias. La novedad luego de esta quinta evaluación del FMI es la posibilidad de usar los fondos para intervenir en las corridas que se susciten, así como el permiso para intervenir sobre los dólares paralelos. Pero del desembolso recibido, luego de pagar los créditos-puente a China, a Qatar y a la CAF (con los cuáles se pagó al FMI en junio, julio y agosto), y guardar algo para los pagos pendientes al Fondo de aquí a noviembre, queda poco para resistir las turbulencias.
Lo que queda claro después de las PASO es que gane quien gane, el FMI está detrás y se siente con más fuerza para avanzar sus objetivos a mediano y largo plazo. De las 3 listas que llegan con mayores posibilidades a la compulsa electoral, todas plantean seguir con este doble comando de la economía, reforzando el ajuste, la entrega y el saqueo extractivista. Nadie piensa que ocurrirá con la olla a presión que se destapará luego de las elecciones en relación al tipo de cambio y las múltiples extorsiones a las que estamos sometid@s.
Las “compensaciones” anunciadas hasta ahora intentan ser un último salvavidas para lograr revertir en favor del peronismo las elecciones de octubre. Pero no compensan ni retrotraen el brutal golpe de precios. Aun así, Massa apuesta a que el año que viene el ahogo de divisas se revertirá de la mano de una cosecha buena sin sequía, el freno a la importación de gas y cada vez mayor endeudamiento con los bancos multilaterales y los grandes “inversores; sueña que alcanzará por un par de años para evitar el ahogo del pago de la deuda externa fraudulenta.
Del lado de Bullrich y Milei la salida es también brutal; dejan entrever que el ajuste que proponen será mayor al que aplicaría un gobierno peronista y que sus lineamientos estarán completamente asociados a lo que requiere la hegemonía internacional del FMI y el gran capital.
¿Qué hacemos?
Mientras tanto en esta compulsa el pueblo sufre y espera. La bronca social parece haber encontrado cómo expresarse, pero por un camino que pueda resultar aún más desastroso. Nos obliga a las organizaciones del campo popular a reforzar nuestra acción, repensar estrategias para canalizar la rebeldía frente a la miseria planificada y el hartazgo, y organizar la resistencia y el reconocimiento de una situación inaguantable que revela que esta DEUDA es FRAUDULENTA, extorsiva y no debe ser pagada.
En ese sentido, desde la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda, seguiremos comprometid@s en la construcción de mayor unidad popular, articulándonos y apoyando luchas como las del 3er Malón de la Paz, de l@s docentes y de las organizaciones piqueteras. A corto plazo, buscaremos entre tod@s confluir en una gran Jornada nacional de Movilización contra el Ajuste y el FMI, el próximo 14 de septiembre, así como también avanzar en el fortalecimiento de alianzas a nivel regional y mundial.
LA DEUDA es con el pueblo y sus necesidades, con la naturaleza, no con los COMPLICES de la ESTAFA.
FUERA EL FMI!
AUTOCONVOCATORIA POR LA SUSPENSIÓN DEL PAGO
E INVESTIGACIÓN DE LA DEUDA
-Argentina, 5/9/23
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